
Descubre qué son las soft skills, cuáles son las más demandadas, cómo evaluarlas y la importancia de las habilidades humanas en el futuro del trabajo.
La digitalización empresarial y la cada mayor automatización de procesos ha puesto de relevancia la importancia del capital humano. Para que una compañía se adapte a las nuevas dinámicas productivas, administrativas o logísticas, también deben hacerlo sus empleados.
Esta capacidad de adaptación y flexibilidad ante los nuevos desafíos laborales, de identificar nuevas oportunidades y afrontar los retos con resolución, ya no se relaciona solo con las habilidades técnicas de un trabajador. La cualificación profesional sigue siendo importante, pero también es imprescindible disponer de unas herramientas sociales y emocionales acordes a las nuevas necesidades empresariales, donde impera la incertidumbre del mercado y la personalización en la relación con el cliente.
La gestión del talento se ha abierto a las denominadas soft skills, las habilidades blandas, un concepto clave en el presente y el futuro del trabajo. También se conocen como power skills.
Las empresas y los departamentos de recursos humanos deben ser capaces de saber valorar las soft skills para conseguir unos equipos de trabajo adaptados al nuevo escenario productivo y contar con el mejor talento.
El mayor o menor rendimiento de los empleados no solo está relacionado con sus competencias técnicas y talento consciente, sino también con la calidad del clima laboral de la empresa o la capacidad de colaboración de los equipos.
Las soft skills están más relacionadas con la inteligencia emocional del empleado y su personalidad; se las denomina habilidades humanas.
Ambas habilidades deben ser tenidas en cuenta en los procesos de contratación.
La forma de interactuar con el equipo, cómo se afronta la resolución de conflictos o la capacidad de empatía con el cliente son factores que pueden ser decisivos para el éxito de un proyecto. Y no se pueden delegar en sistemas automatizados.
Además, en el caso de perfiles más junior, que no tiene tanta experiencia laboral, las soft skills pueden ser su gran oportunidad para desarrollarse en el mundo laboral
En definitiva, conocer las soft skills más valoradas para el desarrollo de las empresas es muy importante para identificar a los candidatos ideales para cada puesto de trabajo, que no solo desarrollarán bien sus competencias, sino que:
Evaluar soft skills no es tan fácil como las competencias formativas y profesionales, ya que son cualidades personales no tan objetivas.
Por suerte, contamos con diferentes herramientas digitales y técnicas de identificación.
Lo primero es saber definir qué tipo de habilidades blandas queremos potenciar dentro de nuestros equipos y cuáles son las más relevantes para cada puesto de trabajo.
De esta forma, podemos deducir a través de un CV, un test psicológico, un juego o una entrevista si el candidato posee los requisitos personales que estamos buscando, basándonos en sus experiencias previas y en sus respuestas.
En los últimos años, la importancia de las soft skills ha ido creciendo. Las habilidades humanas, como en muchos expertos prefieren llamar a las soft skills, se presentan como las habilidades transversales que nos permiten aportar valor por encima de la tecnología.
La creatividad y el pensamiento crítico son fundamentales. Es lo que nos va a ayudar a emprender, a emocionar a nuestros clientes para generar relaciones a largo plazo y a abordar problemas reales por caminos alternativos, con ideas originales.
Esas capacidades humanas van a ganar la batalla en la guerra del talento frente a la IA 0 las automatizaciones de ChatGPT.
De hecho, dentro de las soft skills más demandadas por las empresas, la creatividad siempre ha sido una constante. Además, el pensamiento crítico es el que nos va a permitir, por un lado, analizar los datos que nos den las máquinas y, por otro, no ser fácilmente moldeables.