
Desde SoftDoit, como experto en programas para hacer facturas, detallaremos los tipos de facturación que existen en España, cuándo se utilizan y qué información deben incluir para ser consideradas válidos.
La factura ordinaria, también conocida como factura completa, es el formato más común y cumple con todos los requisitos establecidos en el Real Decreto 1619/2012, la ley que regula en nuestro país las facturas.
Se utiliza para operaciones habituales y refleja todas las ventas o prestaciones de servicios de una empresa.
Sirve para cualquier operación comercial estándar que no cumpla con los requisitos para emitir una factura simplificada.
La factura simplificada es un documento reducido que se puede utilizar en lugar de la ordinaria en ciertas operaciones.
Apropiada para ventas menores, puede emitirse para transacciones que no superen los 400 euros o en sustitución de tickets.
En este tipo de factura, la identificación del cliente no es obligatoria, salvo que este lo solicite expresamente para poder desgravarse el IVA.
La factura proforma es un documento que contiene una oferta comercial formal, pero no tiene validez contable ni fiscal.
Sirve para anticipar el valor de una venta antes de que esta se concrete; como un compromiso de compraventa.
La factura rectificativa se emite para modificar el contenido de una anteriormente ya emitida.
Tiene el mismo valor contable y fiscal que una factura ordinaria.
La factura recapitulativa agrupa varias operaciones realizadas con un mismo cliente dentro de un periodo determinado, un mes natural.
Debe emitirse antes del día 16 del mes siguiente al periodo recapitulado.
Sirve para simplificar la gestión administrativa y contable.
La factura electrónica es una versión digital de la factura tradicional, y cumple con los mismos requisitos legales.
Es la forma más ágil y segura de emitir y conservar facturas, pero también de cumplir con las obligaciones legales de la Ley Antifraude y Ley Crea y Crece.
De acuerdo a estas nuevas normativas, en 2025 todos los autónomos y empresas españolas deberán poder comunicar sus facturas en formato electrónico a la Agencia Tributaria para evitar fraudes, y también estarán obligadas a emitir facturas electrónicas en todas sus relaciones B2B para disminuir la morosidad.
Este tipo de factura ya es obligatoria para las empresas y los autónomos que trabajan con la Administración Pública.